20 de desembre del 2012

Sólo Tú me haces cantar.

Me encanta esta nueva canción :). Es especialmente bonita :)

¡Cuidado, no te lleves un chasco!

Cuando uno mide las cosas y las personas, y sus conductas con la vara de uno/a mismo/a, se lleva muuuuuchos chascos. Seguramente, cuando te miden con la vara de ellos, también les das chascos, pues esperaban de ti otra cosa. Pero hay algunas cosas, que yo considero básicas y obvias, que con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que no es así para todo el mundo (como pensaba). 
En este escrito pretendo exponer algunas de las cosas con las que me he encontrado y que, en realidad, me han hecho o me hacen daño. Pero ello no quiero que sirva para hacer una crítica destructiva y no pretendo tampoco que con el relato de ellas, me genere sentimientos negativos hacia las personas X. Pues no me sentiría bien teniendo ese tipo de sentimientos. Sé que es humano tenerlos, pero no quiero que se reproduzcan en mí, es natural que vengan, pero así como vienen, quiero que se vayan. Y, como siempre, oro y confío en Dios, que lo más importante, Su Amor, nunca deje de fluir hacia y a través de mi. Y que cada día de mi vida, sea un aprendizaje con fruto de Su Amor, Paciencia, Bondad, Paz, Misericordia, etc. Y sé que, un día, aunque sea ya en Su Presencia y a su justo momento, entenderé cosas que ahora no entiendo. 
Creo que la mayoría de cosas se podrían resumir en el abandono, la traición, y dar y vaciarte.

Creo que la primera vez que me sentí abandonada y traicionada, fue a los 13/14 años, cuando X1 se fue para vivir su vida y no preocuparse por mí. 
La segunda vez fue cuando Z y yo, dejamos de ser amigas. Por un tiempo me dió rabia, porque la consideraba mi amiga, pero luego, pensé que, el motivo por el que ya no éramos amigas había sido una tontería y que si nuestra amistad se había roto por esa tontería, quizás era que esa amistad, no era amistad.
La tercera vez existe desde que a los 19 años, X2 decidió anteponer prioridades externas antes que preocuparse por mí. El problema aquí, es que ojalá se hubera ido como X1, porque así no tendría que revivirlo cada día.
La cuarta vez fue cuando subX1 y subX2 decidieron vivir en anarquía conmigo, sin pedirme opinión.

A partir de aquí ya se engloban en un saco difuso y global:
- Las amistades. A veces crees que a ese/a que llamas amigo/a tienen los mismo valores que tú sobre la amistad. Mi concepto de la amistad es un nombre que sólo tienen muy pocos. Es un concepto que según mi prisma es fácil de obtener, pero a la práctica no es así. Para mí, un amigo, es aquél que siempre está para ayudarte, sea en las buenas o en las malas. Alguien en quien despositas tu confianza y le puedes confiar cualquier cosa, sea buena o algo malo, vergonzoso, etc. Es alguien que no traiciona la confianza que deposites en él/ella, esparciendo tus secretos por ahí. Es alguien que no te dice que no quiere hablar contigo porque no tiene ganas, sino que (aunque en ese momento no sea lo que más le apetezca), por Amor, escuchas y das tu mano de ayuda ante un amigo/a que lo necesita. Se alegra de tus éxitos y cuando fallas o haces algo mal, con Amor, te lo dice. Se preocupa por lo que te pasa y no te deja en la estacada cuando aparecen nuevas personas en su vida. Busca tiempo para cultivar vuestra amistad, pues el tiempo que se pasa en ello, no es malgastado. Te ayuda cuando flaqueas y te da su hombro para que llores cuando lo necesites. 
Sea cristiano o no, oras por él/ella. Si lo es, también él/ella ora por ti. Cuando se falla a Dios, unidos váis a Él, pues como humanos todos somos pecadores y no hay mejor que ninguno. El amigo no te engaña, ni te cuenta medias verdades/mentiras. Procura tu bien, en lo que está de su mano. Y te ama, aunque a veces, no lo merezcas. Pase el tiempo que pase que no os veáis porque pasárais por un período de poco tiempo, al veros siempre sigue todo como si nada, porque mandar un e-mail con cuatro palabras es un tiempo que se puede costear hasta el que dice "no tener tiempo".
Ah! También hay otro problema cuando tú siempre estás para ellos, pero ellos nunca para ti. La amistad, como cualquier relación existe si es recíproca. Si no hay reciprocidad, no existe.
En los últimos 6 años aproximadamente, he perdido 5 amistades a quienes las consideraba según mi concepto de amistad. Ha sido muy doloroso darme cuenta de que no pueden llevar ese nombre y que no puedo esperar esa amistad de esas cinco personas. Pero el Señor me ha permitido conocer realmente quienes son mis verdaderos amigos y conocerlos cada día más, además de recuperar a una persona muy importante de mi infancia, algo que doy eternamente gracias a Dios por ello.
Y en estos 6 años, doy millones de gracias a Dios por poder dar esta amistad y recibir ésta, de mi mejor amiga Miriam. Que aunque vivamos entre 600 y 700 km de distancia, siempre la he sentido cerca, y la quiero con todo mi corazón.
- Chicos. En la vida me he llevado algunas decepciones, porque para mí este tema no es una nimiez. Yo no soy partidaria para nada de tener relaciones porque sí, por la simple atracción física. Eso nunca me ha gustado. Quizás en mi adolescencia, cuando la mayoría estaba con "rollos y ligues", yo pasé del tema, porque no me interesaba algo temporal. No me interesaba perder el tiempo y entregar mi amor a alguien que no lo mereciera, para luego lo único a obtener fuera sufrimiento. Pues bien, en cuanto a este concepto de novios y amor, siempre he pensado y pienso que cuando uno/a sale con alguien es porque tiene la edad y la madurez suficiente como para pensar que lo que empieza, continuará en matrimonio. 
Y de ahí es donde surge el problema. Para la desgracia de la mayoría de chicas que pensamos así, cuando una chica tiene la edad y la madurez suficiente, el chico no. Así que, las chicas empezamos una relación pensando en la continuación futura en un matrimonio y los chicos en saciar el calentón del momento. Algo que no llega nunca a puerto.
Luego también están los enamoramientos platónicos, esos en los que puedes pasar años enamorada de alguien que consideras adecuado para ti y que va más allá de una tonta atracción física. Pero nunca ocurre nada, porque el chico que te gusta anda fijándose en chicas de tu alrededor, aunque no salga con ninguna de ellas. Pero, sí, tú eres la que nunca ve. O que no se plantea porque, estar contigo, significaría una traición a un amigo suyo, por esas leyes de hombres (lo cuál siempre he considerado absurdo). Alguna vez tontea contigo, pero nunca tiene el valor suficiente para decirte nada. Y claro, en este tema, yo soy hecha a la antigua, considero que es el hombre quien debe lanzarse y conquistar a la chica. Y sí, pienso que las chicas deben dar pistas, pero es que a veces, quien no quiere ver, es porque no quiere quitarse la venda de los ojos.
Y sobretodo, me quedo con lo que he aprendido en este tema y algo que encuentro tremendamente importante: Proverbios 4:23, que dice: Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.
- Pareja. Cuando tienes una pareja seria, de tiempo. Te das cuenta que no todo es de color de rosa y que lo que te venden las películas es una realidad parcial. Empiezan a surgir desavenencias y te planteas si estaréis hechos el uno para el otro. Cuando hay discusiones piensas, "buff...esto será así siempre?". Las discusiones es algo que no soporto en ningún ámbito. Y como no me gustan, suelo escaparme evadiendo hablar de ello, aunque luego me rallo que da gusto. Cuando pasa el tiempo de la enfermedad (es decir, enamoramiento), empiezas a ver esas cosas: manías, defectos... de la otra persona, que no te gustan. Ahí es cuando debes decidir si estás o no dispuesto/a a aceptar y amar incondicionalmente, y creo que antes de que pase eso, la gente no debería casarse, porque no se toman las decisiones con lucidez. Aunque, también considero que uno debe de tener la suficiente humildad como para darse cuenta de sus errores, sea por uno/a mismo/a o porque tu pareja te lo diga, y cambiarlos. Es un proceso lento y costoso, pero si la pareja deja sus problemas en manos de Dios y le pide ayuda para solucionarlo, es posible. Y lo más importante es fundamentar la relación en Dios (cuerda de tres hilos es difícil de romper, Eclesiastés 4:12). Ya no vives sólo con tus problemas, sino que añades a los tuyos, los suyos. Y eso, implica a la familia de ambos, a veces, te decepciona esperar algo de la familia del otro (y de la tuya) que se supone cristiana y no encontrarlo. Este último punto, me ocurre en todos los ámbitos, me decepciona la gente que dice ser cristiana pero su comportamiento no se relaciona con su fe.

Desde hace un tiempo, me he propuesto no enfocarme en cosas negativas y tristes, porque me hacen daño. Me he propuesto dar gracias a Dios por ellas, aunque no las entienda y me causen dolor. Pero doy gracias a Dios porque si me causan dolor, es que soy humana, estoy viva porque Él me dió la vida y, haber pasado por muchas situaciones muy desagradables en mi vida, me hacen altamente sensible a la persona que sufre y necesita ayuda. Mi propósito es vivir aprendiendo a ser feliz cada día, incluso en lo más trivial y aún y las dificultades, confiando en que un día el Señor me espera en Su presencia, donde no habrá más llanto, ni dolor y podré vivir en la Felicidad y el Amor en sí.
Gemma Ruiz.

16 de desembre del 2012

El árbol y los pájaros.

Esta es la historia de un árbol y pájaros.

Como todo el mundo sabe, la mayoría de pájaros se posan en las ramas de los árboles para descansar, hacer sus nidos, buscar pareja, tener hijos o alimentarse.

Gintree era un árbol muy bonito. Era un árbol frutal, que alimentava a muchos pájaros que se posaban en él. Sus ramas eran fuertes, pero muy elegantes y estructuradas. Su copa era definida y redondita, un árbol espectacular, digno de fotografiar.

Hubo algunos pájaros que se posaron en sus ramas, algunos se quedaron un tiempo hasta que encontraron otro más grande y con otras frutas diferentes. Un día llegó un pájaro que le trajo noticias de todo el mundo, cada día le contaba algo nuevo y Gintree estaba muy contento de haber conocido a este pájaro. Le hacía pasar muy buenos ratos y los dos disfrutaban en compañía el uno del otro. Cuando este pájaro, Jimbird, no estaba, Gintree siempre estaba hablando de él a sus amigos árboles. Gintree tenía en alta estima y valoración a Jimbird. Pero Gintree, a veces veía que Jimbird se iba a posar en las ramas de otros árboles y eso no le gustaba, ya no se sentía tan apreciado por Jimbird y pensó que quizás había creado falsas esperanzas. Un día, Jimbird se fué.

Durante un tiempo, Gintree estuvo muy triste y se deprimió. Sus frutos se le caían antes de ponerse maduros. Los pájaros ya no querían posarse en sus ramas y ya no podía alimentarlos. Se le empezaron a caer las hojas y empezaron a nacer ríos de salvia en su tronco.

Un día, después de mucho tiempo, llegó un pájaro, era muy bonito, se llamada Dipbird. Dipbird empezó a beber la salvia de Gintree, para que otros pájaros se fijaran en Gintree. Comió sus frutos, aunque caídos por el suelo y habló de ellos a los demás, para que supieran lo buenos que eran. Dipbird le traía hojas para ponerlas en sus ramas y así otros pájaros no vieran que no tenía.

Un día, Gintree le preguntó a Dipbird, "¿por qué te acercaste? Yo ya no era espectacular y no tenía nada que ofrecerte". Dipbird le contestó: " Porque me pareciste bueno, amoroso y sensible. Ofrecías tus frutos y cobijo a los que quisieran. Los amabas sin medida. Y cuando te dejaron, tu amor era tan grande, que los llorastes y sufristes por ellos".

Gintree pasó muy buenos momentos con Dipbird. Disfrutaban juntos, podían hablar de miles de cosas... Pero un día, Gintree descubrió que Dipbird tenía una enfermedad que se contagiaba solamente a los árboles. Gintree se enfadó muchísimo, porque Dipbird no se lo había contado y eso hirió mucho a Gintree. A partir de ahí se distanciaron mucho.

Entonces, un día llegó Jimbird y Gintree recordó lo feliz que le hacía su compañía. Pero, Gintree estaba enfadado porque Jimbird le había hecho creer algo que no era y, ¿ahora, llegaba para hacer realidad aquello que Gintree imaginó, pero no era real? Empezó a sentirse muy triste porque no quería dañar a Dipbird ni a Jimbird. 

Sólo quería ser feliz por primera vez en su vida.

Gemma Ruiz.

¿Por qué las cosas nunca salen como yo quiero?

Quizás sería lo que pensarían muchas personas hoy en día, en muchas de las circunstancias que uno vive en la vida.
Después de muchos años, Dios dió vida en el vientre de mi prima. Después de muchos años, llega un pequeñín para inundar a sus padres de alegría. Es muy hermoso el gran milagro y regalo que el Señor les ha dado a mi prima y su marido. Y estoy segura de que serán unos padres geniales.
Hoy me alegró verla en el programa de Buenas Noticias y que mejor ocasión, que hablando de Jesús como "la Vida".
Gemma Ruiz.
Si os interesa, podéis ver el programa en:

12 de desembre del 2012

Dios y los sueños.

Es curioso como cuando uno/a sueña, lo que le influyen en sus emociones. 
Aún y no siendo realidad, aunque puedan ser verosímiles, despiertan (los sueños) en ti, sentimientos, sensaciones... Una mescolanza entre lo fisiológico y cognitivo de la emoción y, a veces, incluso lo conductual. Por ejemplo: si tienes una pesadilla, puedes despertar sudando o chillando, pensando en el miedo sobre algo y que ello te lleve a taparte la cabeza.
Hay sueños, que si los recuerdos, te hacen pensar en ellos durante el día o, al menos, cuando te levantas. Esos son del tipo reflexivo. 
Hay sueños que, aunque parezcan muy fantásticos (de fantasía, no de genialidad), pueden transmitir algo en lo que pensar. Por lo tanto, no serían sólo los más verosímiles los que activarían este tipo de pensamientos. Aunque, también es verdad, que los fantásticos, suelen ser miedos que una persona tiene y que el cerebro traduce en una imagen pictórica (fascinante!).
Algo que siempre me ha llamado la atención, es como en religiones como la musulmana y la judía, tienen tanto valor los sueños. Para estas religiones, los sueños son una de las vías comunicativas que Dios (o Alah) tiene para llegar a los seres humanos. Me deja atónita pensar que Dios en su grandeza decide hablar contigo en sueños, me hace ver lo mierdecilla que soy (en cuanto a que, quizás para la mayoría de gente no soy nadie, ni les importo. Pero, para Dios, que es lo más, a Él sí le importo y me ama tanto, que en sus mil quehaceres y atender a sus millones de hijos, dedica un poco de tiempo para mí! Realmente, su amor es enorme, me ama).
Yo tomo en cuenta mis sueños. Sé cuando son sueños tontos, a los que no darle importancia, porque quizás te haría daño pensar en lo que sucede en él o porque son cosas que suceden inconscientemente y que no tienen más trascendencia que el momento en que ocurren.
Pero sí, creo que Dios, si le da la gana, puede hablar a sus hijos mediante los sueños. Cuando ocurre, no te cabe duda de que es Él. Esto puede sonar muy subrealista o a mentira, incluso algunos cristianos (y quizás musulmanes o judíos), no creerán así y pueden pensar que hoy en día estas cosas no pasan, que eso pasaba en los tiempo de Abraham, Jacob o José. Pero que en los tiempos de la Biblia, ahí se quedó. Yo creo que no, porque eso, sería limitar a Dios. 
Y, en fin, te puedo parecer que se me ha ido la pinza o muchas pinzas; pero me da igual. No hace falta que se me convenza de nada, ni que se me desconvenza. Creo que soy una persona bastante autocrítica y, en ocasiones, escéptica, por lo que cosas de este estilo, soy la primera que me cuesta creerlas. Supongo que Dios tiene sus maneras de llegar a cada persona y sabe lo que le hace falta a cada persona para "contactar" con ellas. Quizás si no me hubiera permitido vivir en mí esto, no lo hubiera creído, dada mi naturaleza cuestionadora. Pero es real y sí, Dios existe. No hace falta que preguntes e interrogues a nadie sobre ello, para convencerle que no es así. Mejor, investígalo por ti mismo y no tengas miedo a abrirte a ello, el mayor obstáculo entre Dios y el ser humano, eres tú mismo/a.

Gracias Dios por las palabras que acabo de leer. Gracias por tus respuestas.
Gemma Ruiz.

Isaías 43: 1-2. No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.