Divagando

Los mejores viajes

se hacen sin dinero

vuela con la mente,

vete de paseo

los que van con prisa

nunca ven el cielo.

Somos de colores

no tenemos ni nombre,

pero tenemos algo

que por la noche se esconde.

Es un gran sol,

un sol dorado

que por la noche se esconde,

que por la noche se esconde.

Mi vida es de colores, nunca es igual, es un cúmulo de mezclas y le gusta poco el rosa. Pero a falta de éste, tiene el amarillo o color realidad, que es mejor.

Hoy hablaré de varias cosas, porque por mi mente pasan varias cosas siempre, como suele ser corriente en mí. Hoy se cruzaron varios temas en mi mente. No los voy a desarrollar porque no tengo ganas, los dejo, como si fuera una nota mental para mí y, algún día los retomaré si estoy inspirada.

El primero de ellos gira en torno a la fragilidad de la vida, como si tal papel de fumar..., parece duradera y, de pronto, se desvanece...

El siguiente en el que pensaba era en cómo me dijo Flor de Lis que me veía cierta persona y, también, lo que ella le aclaró y de paso supe cómo me veía: "que va, si és una de les persones a qui més tant se li en fum el que pensin d'ella". Reí.

Otra de las cosas que pasaba por mi mente es, en la poca disciplina que tengo y lo mucho que me queda por aprender para poder llegar a ser alguien con más fuerza de voluntad para las cosas que no me gustan o no me motivan hacer o, simplemente, me dan vagueza ponerme. Así como también, lo desastre que soy para seguir horarios. Y esto, a veces me abruma de tal modo, que me llega a dar muchos quebraderos de cabeza. Yo creo que hace unos años no era así, pero debe hacer unos seis años que mis ganas se fueron de vacaciones, con pequeñas vueltas, pero pocas. Me da por pensar que es por culpa que sé que no me cuesta demasiado hacer las cosas al último momento y por eso "procrastino" :P.

Luego, lo "a mi bola" que siempre he vivido. A veces, pienso que soy un pájaro difícil de enjaular. Otras, me sorprendo fantaseando y soñando con nubes y mirando al cielo. Esta tarde me reía de mí misma, porque me habré pasado como media hora en el autobús mirando la gente, los edificios, las tiendas por las que iba pasando, en vez de leer el libro que llevaba en el bolso. Me quedé abstraída, en mi mundo...

Y para que no se me despeguen los pies del suelo, el día a día se encarga de hacer de las suyas.

Por último, después de leer parte de uno de los libros de mi faena pensaba en lo lejos que quedan las luchas por un mañana mejor a aquellos que las defienden sin que les toquen de cerca. Que fácil es ser humanista cuando no te meten el dedo en la llaga. Y así va el mundo, unas veces cayendo en hipocresías inconscientes y otras siéndolo a drede.

Así es la vida claro, pero esa respuesta, que se la queden los conformistas, porque a mí no me vale. A mí no me vale todo.

Gemma Ruiz.