Sábado por la mañana. Como todos los sábados y domingos, me despiertan mis vecinos del bajo del edificio contiguo. Mi habitación da a la terraza de casa y su patio está al lado, aunque más bajo, ya que mi habitación está en el primer piso.
Tienen una niña de unos tres años que se sabe la canción de "Ai se eu te pego" de Michel Teló, con acento portugués excelente (ella es catalana). Como la mayoría de niños pequeños, se despierta muy temprano, despierta a sus padres y sus padres se ponen a hacer cosas en casa.
Como todos los días, la madre se pone a chillar como una loca cuando la niña o la perrita hacen algo mal. Chispa detonante de los llantos y chillidos de la hija. Y silencio del padre, aunque suelta alguna queja a regañadientes.
Y no hay cosa que tengan que hacer antes, que limpiar el patio. Tienen dos formas de limpiar el patio. Si empieza ella, todo va como la seda. Aunque él de tanto en tanto, emita algún "Mama" para llamarla y pedirle consejo en algo. La otra, es que empiece él limpiando, ahí ya se complica la cosa porque siempre hace algo que no concuerda con el gusto de la "Mama". Llega la "Mama" al patio y empieza la descarga. El pobre muchacho (porque tendrá unos 30 y algo), pacíficamente y sin alzar la voz, le dice que no le vuelva a tratar así, que no es un muñeco. Ella enfadada se va.
Hoy, escogieron la forma suave. Él la llamó "Mama" varias veces y todo estuvo más tranquilo. Pero aun así, me despertaron. Movimiento de puerta una y otra vez, muebles del patio arriba y abajo, manguera despidiendo el agua con potencia... Me puse a orar como me gusta, antes de levantarme de la cama, por las mañanas. Al cabo de un rato, no podía aguantarme las ganas de escribir esto. Bajé y me preparé mis cereales con leche, subí con ellos para irlos comiendo mientras escribía y escuchaba Chopin.
Pensé en lo mal que suena que a una mujer, le llame su marido "Mama". Es como si cuando una mujer tiene su primer hijo, dejara de ser una mujer y ya sólo fuera mamá. Encuentro que se hace una imagen de la mujer tan poco atractiva cuando su marido le llama así... Y yo pienso, ¿es que él no tendrá mamá para haberle llamado o llamarla así? ¿Serán las ganas de ser niños eternos que algunos hombres tienen? ¿Será el ansia de sentirse protegidos? Sea lo que sea, no lo entiendo, tampoco a las mujeres que llaman "Papa" a su marido.
Como decía mi abuela: "a mí sólo me llaman abuela mis nietos, yo no soy abuela de nadie más".
Gemma Ruiz.
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