29 d’abril del 2010

Recuperar la risa.

No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
Mario Benedetti.

Cuento 1, 2, 3...

Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted

es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.
Mario Benedetti.

Despegar mis alas y volar.

Te espero cuando la noche se haga día,
suspiros de esperanzas ya perdidas.
No creo que vengas, lo sé,
sé que no vendrás.
Sé que la distancia te hiere,
sé que las noches son más frías,
Sé que ya no estás.
Creo saber todo de ti.
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor, pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte,
Pues sé que no vendrás.
Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tu allá, yo aquí, añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida,
Quizás por el resto de nuestras vidas.
Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
Y la Luna oculta ese sol tan radiante.
Me siento sólo, lo sé,
nunca supe de nada tanto en mi vida,
solo sé que me encuentro muy sólo,
y que no estoy allí.
Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte,
ni con sentirme así.
Mi aire se acaba como agua en el desierto.
Mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eres tu,
y no estoy allí.
¿Por qué no estoy allí?, te preguntarás,
¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí.
Porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no solo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo solo así?
¿Por qué no solo....
Mario Benedetti.

26 d’abril del 2010

Pinta un cielo azul y un Sol radiante.

Los días son estupendos, buenos, malos o peores, pero no dependen en sí de cómo sean, sino de cómo los hagamos, miremos o queramos que sean.

Cada día sale el sol, llueve o hay nubes. Cada día por la mañana mi terraza está alumbrada y al ir avanzando el día, el sol va a iluminar otras terrazas. Cada día se desayuna antes de comer o comes directamente. Cada día escuchas a otros hablar. Cada día abres la boca ni que sea para decir un hola o un adiós. Cada día tiene su estructura, su ciclo. Algo pasa, sucede y se acaba. Mañana, vuelta a empezar... y así, pasan los días uno tras otro.

Poner en alto mis pensamientos tiene ciertos peligros, lo sé, pero es la manera que tengo de estructurarme, organizarme. A causa de esto, hace un par de días, me dí cuenta que, en comparación con la mayoría de personas, soy un bicho raro que piensa demasiado en todo y cuando digo demasiado, es más de lo que puedas llegar a imaginar.

Muchas veces pienso, que me gustaría hacer vacaciones mentales o hacer huelga a mi mente. Puede parecer tonto o, incluso, suene a risa. Pero es la realidad. La mayoría de veces no me entiendo y esto no implica que no me conozca, no es así, me conozco a las mil perfecciones he viajado por mi psyche infinitas veces, he reflexionado sobre quién soy miles de veces y mil otras preguntas que quizás nadie se las llegue a hacer nunca. Pero con lo de que no me entiendo, me refiero a que, aquello que yo quiero hacer, que es no pensar, aquello que yo conscientemente no quiero hacer, se ve impedido por mi yo no controlable, que aflora cuando le da la gana.

Es como volverse loca de mí misma..., y empezar a hablar conmigo sola, como si cuál loca se tratara, hablando sola, aunque en realidad no es hablar sola, es hablar conmigo misma. Es decirme a mí misma: "pero a ver, si te he dicho que no lo hagas, que no quiero que pienses, ¿pa' qué lo haces?", " Si sabes que recordando, te haces daño, ¿pa' qué recuerdas?" ,"si no depende de ti tal asunto, ¿por qué te empeñas en hacer?", "¿Por qué no le das la espalda y pasas para siempre ya?", "¿por qué no ignoras que existe X?"...

También hay veces que pienso si vale la pena ser como soy. Si vale la pena ayudar a la gente, si vale la pena ser buena, si vale la pena querer que los demás sean felices aunque eso conlleve tu infelicidad. Si vale la pena seguir pensando tantas cosas, en personas, en el aquí y ahora, en el después haré... Y tengo miedo, tengo miedo a que si se decide por el luego, éste, no exista. El adiós sea la llave que se había perdido para cerrar la puerta, que vengas y yo ya no esté...

Mi mayor deseo para ti en este momento, es que llegues a ser feliz. Sólo cuando amas a alguien realmente, puedes querer y desear que esa persona sea feliz en su vida, aunque no sea contigo.

Gemma Ruiz.
1ª Cor. 13, en especial del 4 al 7, y 13:

El amor es sufrido, es benigno;
el amor no tiene envidia;
el amor no es jactancioso, no se envanece,
no hace nada indebido, no busca lo suyo,
no se irrita, no guarda rencor;
no se goza de la injusticia,
sino que se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta.

Ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

22 d’abril del 2010

Confía en Él. Mi camino Te pertenece.

Me pregunto: ¿Qué estoy haciendo?
Es decir, busco razones de porqué se dan mis pensamientos, acciones, conducta...

Y las respuestas a algunas de ellas son: pues no lo sé. Porque, realmente, ¿para qué?

Desde tiempos inmemorables, el ser humano ha tenido el ansia por saber qué es lo que devendrá de él, qué le depara el futuro y otras más cosas relacionadas con el tema.

Sí, es el futuro lo que reconcome nuestras mentes muchas veces. Porque es aquello que no controlamos, es aquello incierto, es aquello que ignoramos y no sabemos.

A veces pienso que, si tan sólo tuviera un ápice de lo que queda por venir, yo ya me quedaría tranquila y no haría más preguntas que pueden sonar como el hijo pelma que no para de preguntar "¿cuánto falta para llegar?" Ciertamente, muchas veces nos comportamos así, con respecto al tema. Y la respuesta a esa pregunta también se puede aplicar a nuestras preguntas: "cuando lleguemos, sabrás que has llegado".
Porque..., no hay más, a su debido tiempo, lo sabrás. Ya puedes enrabiarte y hacer una pataleta como los niños chicos, porque sólo gastarás energía y tiempo para obtener: nada.
Pese a que lo sepa, esto me enfada y me da rabia, pero total, a sabiendas, sigo haciendo la imbécil.

Cuando la primera pregunta se queda sin respuesta, intento buscar el "para qué". Porque, si no sé el "qué" intenta buscar si, al menos, vale la pena. Pero sigue sin tener una respuesta contundente, porque a veces pienso que no, porque trae más cosas negativas que positivas. Pero otras, mi yo ingenua e ilusa, pienso que sí, porque también puede traer algo bueno y que por algo será si pasa. Pero, cuando llegan las horas bajas, se llega a pensar que hay cosas que pasan porque pasan y punto, no hay más, no hay más vueltas de hoja. Hay cosas que no traen consigo más, ni bueno, ni malo, simplemente pasan. Las superas y te aguantas y, así, sigue tu vida.

¿Sabes qué? Que a veces pienso que ya me podrías haber hecho imbécil y un poco mucho más tonta, quizás sería la manera de que no pensara en estas cosas abstractas y no me rallara por pensar en cosas que no son tangibles. Pero, espera, quizás ya sea tonta, sólo por dejar que esto pase por mi mente y otorgarle un tiempo a ello.
No encuentro los porqués, ni los paraqués, ni los qués... Hay tantas cosas que no me gustan, que pienso que cómo es posible que esa idea siga en mi mente, cómo es posible...
Pese a mi no entendimiento de las cosas, de las ideas, de las personas, de las acciones, de las conductas, de las respuestas que no encajan, de los descoloques... confío en Ti. Siempre que Te digo esto, me viene la imagen a la cabeza de que me estoy tirando desde un avión que vuela muy alto o que me tiro por un precipicio o una cascada, y espero que lleve un paracaídas y se abra o, que al final, no haya rocas en punta. Sólo Te pido una cosa, si me tiro, sostenme en Tus alas.

Gemma Ruiz.

Salmo 37:5. Encomienda a Jehová tu camino, confía en él y él hará.

20 d’abril del 2010

Cosquillas en las rodillas.

Una canción que he vuelto a escuchar después de mucho tiempo, cuando una amiga me la mostró.
Es una canción rara, me gusta y no me gusta. Me gusta mucho la letra, aunque cuando repite lo de "esto no se para" no dejo de pensar en que se pare. Pero la música me gusta a medias, me gusta los cambios que hace, pero la percusión la encuentro muy monótona.

Que mi mirada es limpia suave brisa
Que me encanta escucharte
Adoro sentirte
Verte moverte y sorprenderte .. de pronto
Haciéndote cosquillas en las rodillas.



19 d’abril del 2010

Nicole C. Mullen: "Redeemer"

Who taught the sun where to stand in the morning
Who told the ocean you an only come this far?
Who showed the moon where to hide 'til evening
Whose words alone can catch a falling star?

Well I know my Redeemer lives
I know my Redeemer lives
All of creation testify
This life within me cries
I know my Redeemer lives

The very same God that spins things in orbit
He runs to the weary, the worn and the weak
And the same gentle hands that hold me when I'm broken
They conquered death to bring me victory

Now I know my Redeemer lives
I know my Redemer lives
Let all creation testify
Let this life wihtin me cry
I know my Redeemer, He lives

To take away my shame
And He lives forever I'll proclaim
That the payment for my sin
Was the precious life He gave
But now He's alive
And there's an empty grave.

And I know my Redeemer, He lives
I know my Redeemer lives
Let all creation testify
This life within me cries
I know my Redeemer lives

13 d’abril del 2010

Ver, oir y callar

Hoy todo me suena a bla, bla, bla...

Falta sentido a las palabras, falta fondo a las palabras, falta sentimiento a las palabras... A las palabras les falta de todo... y sólo quedan en eso, palabras.

Ya no valen y cuando se usan, no sirven de nada. Hablas y se oyen distorsionadas. Hablas y se derrumban.

Yo ya no las entiendo, no me llega ese idioma...

Y no existen según quién las lea, sino según quién las haga, según quien las ordene, las monte... El autor es amo del mensaje, sino de las cosas existirían mil interpretaciones y nunca acabaríamos entendiéndonos...

¿Porque cuando se dice no, significa sí, cuando afirmas dices no? ¿Porque ayer es mañana? ¿Porque de aquí un rato es quizás? ¿Y tal vez es nunca?

Me limito a ver, oir y callar. No entiendo nada de nada.
Gemma Ruiz.

7 d’abril del 2010

Mariposas

Te voy a hablar desde mi corazón y quizás cuando acabes me llames chalada.

Hoy, como siempre, te eché de menos.
Hoy, como siempre, necesité tus palabras, tu voz, tu aliento...
Hoy, como siempre, añoré tus abrazos, tus besos.
Hoy, como siempre, busqué tu mirada cómplice.
Hoy, como siempre, pensé que me venías a buscar.
Hoy, como siempre, pensé que aparecerías en la puerta de mi casa por sorpresa, te esperé.
Hoy, como siempre, pensé en ti, recordé.

No sé porqué pierdo el tiempo pensando estas cosas, porque a ti no te importan. Tú vives sin pensar si más allá de lo que tú ves hay alguien. Te vuelves a cerrar dentro de ti y guardas bajo llave cualquiera de tus secretos. Tengo miedo a que me pierdas, a olvidarte, también a perderte. Quisiera estar a tu lado, pero tú no te dejas. Me duele verte triste. No sé cómo interpretarte, no sé leer tus entrelíneas, si es que las escribes.

Se me acabaron las palabras.
Gemma Ruiz.


5 d’abril del 2010

Pensando en personas.

No sé porque, pero cuando estoy estudiando es cuando más cosas me vienen a la cabeza para escribir... En fin, tendré que poner remedio, aunque primero tenga que pensar en cómo hacerlo, porque ni idea de hacer que mi mente pare.

Pensaba que, en ocasiones, queremos a las personas pensando en lo que pueden ser o llegar a ser. Tendemos a hacernos una idea de alguien, pero no vemos que, en realidad no es eso y que, en realidad, sí es otras cosas que quizás dejamos que pasen desapercibidas. No sabemos apreciar a las personas por cómo son realmente e intentamos buscar algo más. Buscar algo más, que quizás es lo que nos falta a nosotros y no a esa persona. No nos conformamos con simplemente amar a la persona que tenemos delante, con sus virtudes y manías o cosas malas. Preferimos amar a la persona perfecta que tenemos en mente, preferimos amar a nuestra idea de persona perfecta o a esa persona perfecta que todavía esta por venir, sin pensar que, quizás la persona perfecta para nosotros ya haya llegado.

Movidos por nuestras ideas y por lo que nosotros queremos y creemos que es lo mejor, buscamos. No dejamos las riendas a Quien le corresponde. El ser humano tiene demasiado miedo de verse a la deriva y no poder prever aquello que puede venir. Cuando no lo ve claro, prefiere mandar y controlar la situación por sus propio juicio, cuando lo correcto sería confiar en Dios y tirar para delante, pidiendo ayuda y dejándolo en Sus manos, porque para Él nada es imposible, TODO lo puede. ¡Necios de nosotros!

Tendemos a controlar el "cuando me venga a mí bien", "cuando sea el momento", "ahora no es el momento" y un largo etc... No viendo que quien es amo de nuestro tiempo es Dios. Nosotros no somos nadie, NADIE, para que andemos jugando con cuándo toca o no toca.

Si por un instante nos dejaran ver y entender el corazón y la mente de otra persona, ¡qué de cosas comprenderíamos y nos daríamos cuenta! Quizás la próxima vez que la viéramos pensaríamos dos veces cómo tratarla, haciéndola sentir que realmente nos importa, porque así lo sentiremos verdaderamente. ¡Qué rápido se nos olvida a veces de Quien somos hijos! Si nuestro cerebro recordara eso cada vez que hablamos con alguien, ¡cuántos se asegurarían de no dañar!

Gemma Ruiz.

Para ti, desconocido.

4 d’abril del 2010

El Mar

¿Sabes qué? Tengo ganas de verte. En realidad, tengo muchas ganas de verte.

Hace ya muchos meses que no te veo. El año pasado, al menos te veía desde el tren, pero este, sólo las fotografías me hablan de ti.
Este verano pasado contadas veces me pudiste tocar con tus aguas y yo, menos hacer la muerta, flotando en ti, nadando por ti.

Me gusta cuando vienes bravo y puedo saltar tus manos haciendo la ola.
Me gusta cuando reposas y se te forman esos caracoles en el pelo, ¡qué lindos! intentan que mirando al horizonte no me vaya más allá.
Me gusta cuando estás travieso, porque en la orilla podemos jugar a pillarnos.

Te sientan bien todos los colores, verde, azul, naranja, gris... Sobretodo me gusta, cuando te combinas con el sol. No sabes lo precioso que llegas a estar, la paz que me transmites y el bienestar que me das. Por un rato, mi vida no existe, sólo estamos tú y yo.

Tengo tantas ganas, espero con impaciencia poder ir a visitarte cuanto antes. Me cuesta tanto no verte. Tengo ganas de secarme al sol, hundiendo mis pies en arena calentita, mientras escucho tus canciones y susurros al oído. Los días contigo son más bonitos, tienen un olor y sensación especiales.

Hasta pronto.
Gemma Ruiz.

1 d’abril del 2010

Gracias en todo da

"El amor romántico puede ser real, profundo, duradero, pero sólo si no se le pide que sea lo que no puede ser".
Rebecca Manley Pippert.

Sopla el viento, silva. El cielo se oscurece, se vuelve gris. En mi mejilla, cae una gota. Mi pelo queda lleno de diminutas gotitas. La lluvia va calando mi abrigo, me empapa. Llueve sobre mojado. La gente corre, se mete debajo de los porches o entra en sus casas. Camino tranquila, me gusta la lluvia y mojarme si no hace frío. Canto en la lluvia. Entro al metro y pasando por descubierto, resbalan en los cristales el agua que cae, van haciendo caminos, pintan el vidrio.

Algo así decía Don Miller: hay personas que no saben ser amadas, no se dejan o permiten ser amadas.

Creo que este es uno de los problemas por los que haya gente que sienta que no merece el perdón y amor de Dios. Los seres humanos nos aferramos a nuestro orgullo y control.
Vivir en paz, libre, y entender el gozo, la gracia y amor de Dios y ponerlos en práctica, es la mayor meta y satisfacción que se puede tener en esta vida. Olvidarse de todas las ralladas, despojarse de mi "yo" consumido por el día a día y las cosas que no me gustan, cambiar esto para estar Contigo a solas y llenarme en Tu presencia, dejando que seas Tú quien invada mi ser y sane mi alma. Es algo indescriptible, llena de energía, da fuerzas para tirar para delante incluso cuando todo deja de tener sentido y no ves que valga la pena.

GRACIAS DIOS por seguir amando a esta cabezota, rebelde que le cuesta dejar el control en Tus manos. GRACIAS por todo lo que Tú y yo sabemos.

Gemma Ruiz.

2 Cor. 12:10. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en insultos, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Filipenses 4:11-13. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.