2 de juliol del 2013

Sepulcros blanqueados.

Se dice que cuando se es joven, uno es más pasional, es rebelde, radical (en pensamiento al menos) y suele defender posturas de izquierdas. Pero que, a medida que pasa el tiempo, se va volviendo más moderado, se apaga la llama que ardía en la juventud y, a veces, sólo quedan cenizas de lo que quemaba salvajemente.

Como de costumbre, también en esto voy a contracorriente. Pasa el tiempo, pero cada vez soy menos tolerante con la hipocresía y las injusticias. Y no puedo, no puedo soportar pensamientos injustos e hipócritas. 

Y a veces, me quedo pensando para encontrar alguna razón que me pueda ayudar a entender a esas personas que, aún y teniendo unas creencias, en ocasiones defienden cosas contradictorias. Y me es difícil, porque me parece hipócrita. Y me frustro, porque quisiera que aún y no estar de acuerdo con ellos, pudiera amarlos con el amor de Dios, pero me es difícil.

De unos meses para acá, he encontrado la razón de porque siguen existiendo diferencias sociales, injusticias, grupos marginales y en riesgo social. Y aunque parezca paradójico, pues el objetivo de un cristiano debiera ser (a mi entender), que en lo que uno dependiera, expandiera el Reino de Dios en esta tierra y actuara como haría Jesús. A la práctica, muchos se dejan engañar por las ideas de este mundo y ante falacias muy perfeccionadas, acaban diciendo sí a las mentiras de un mundo corrompido.

En vez de ser motores de cambio y marcar la diferencia. Sucumben a las buenas ventas de este mundo. En vez de ser un ejemplo de valores y restaurar en tiempos de crisis, sólo suman más hierro al asunto. Me deja atónita.

Y otra vez, mis enfados vuelven a ser enfados abstractos.

Y pensando en estas cosas, a veces quisiera ser ignorante y saber leer entre líneas, se vive menos preocupado.

Es entonces cuando más pienso que verdaderamente, mi ciudadanía está en los cielos y que mi vivir es Cristo y el morir ganancia.
Gemma Ruiz.

Mateo 23: 1-39.
27 ¡¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos muertos y de toda inmundicia.
28 Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.