27 d’abril del 2009

Voluntad de Dios


Definitivamente, me acaba de llegar una respuesta a una de las preguntas que hacía tiempo me planteaba.
Desde que he llegado a casa al mediodía, me preguntaba qué sería ese paquete misterioso del que han dejado una nota los de UPS esta mañana. Pensaba, pues si yo no he pedido nada por EEUU, ¿qué me tienen que traer? ¿Será algún amigo de USA que por sorpresa me envía algo? No sé si hubiera preferido que fuera alguna cosa inesperada de algún amigo....
Cuando me han llamado al mediodía los de UPS, una mujer me ha comunicado que esta tarde, a las 17 h volverían a pasar para entregarme el paquete. ¡Qué alivio!, porque esperar no sé cuánto, hasta tenerlo, me hubiera matado de curiosidad.
Más tarde, mi hermana y mi padre me han dicho: "pues si tienen que pasar para entregarlo por segunda vez, te cobrarán". En este momento, ya no tenía muchas ganas de recibirlo... Menos mal que cuando he abierto la puerta, el hombre, sin alzar la cabeza y sin preguntarme si vivía yo aquí (la supuesta receptora del paquete), me ha hecho firmar en su pantalla digital y, luego, ha sido cuando se ha acordado de preguntarme si era yo, tal y cual, se me ha escapado un poco la risa, porque me resultaba bastante cómica la situación. Hasta el hombre se ha reído un poco, pero le he contestado con una sonrisa, diciéndole que no pasaba nada.
Cuando quise plantearme la pregunta, estaba dispuesta a aceptar cualquiera que fuera la respuesta, positiva o negativa, aunque tenía muchas ganas que fuera positiva. Además, estaba en manos de Dios, que la respuesta fuera positiva o negativa, simplemente sería, lo que Él quisiera ( a veces me sorprendo de mí misma, de lo bien que sé confiar en el Señor en algunas cosas y en otras que me cueste tanto...en fin, este es otro tema).
Para Navidad, tuve la primera respuesta de las dos que determinarían la decisión final. Ésta fue positiva. En ese momento, me puse muy contenta, dando botes por toda la casa, subí al cuarto de mi padre para contárselo con una sonrisa enorme en mi cara y mi padre se alegró por mí.
Luego, pasados unos días, empecé a pensar más "realísticamente", teniendo en cuenta los diferentes factores que influían en la decisión final. Pensé que si Dios quería que así fuera, todo iría cogiendo forma, lo vería claro, no me encontraría con obstáculos muy importantes y claves para tomar esa decisión (que en parte no dependía de mí ya). Así que, descansé en Él, sentí paz después de un tiempo un poco angustiada por el tema.
De un tiempo para acá, he visto como aquellas cosas que eran cruciales para que, aunque tuviera una respuesta positiva, mi decisión fuera sí, no acompañaban. Poco a poco, me he ido haciendo a la idea de que, aunque la respuesta de quien correspondía, fuera positiva, no podría emprender ese nuevo camino, porque mi situación ahora mismo, no me lo permite. Lo tengo asumido, de tal modo que, a alguno de mis amigos más cercanos, ya los tenía por enterados.

Así que, cuando he abierto el paquete, que por fuera ya he visto de donde venía (por cierto, no era USA, sino Canadá), ya me suponía lo que me irían a decir. Sí, la respuesta era positiva. Ya tenía la segunda de las dos. Todo aquello que no dependía de mí o de mi contexto más inmediato, era favorable. Pero, en este caso, la otra parte de la decisión, tiene un gran peso y de signo negativo. En realidad: me he entristecido, me ha dado rabia, ha sido un alivio, me he alegrado, etc...sentimientos opuestos, todo en una.

Recordando palabras y versículos, temas, etc...entorno al tema: "La Voluntad de Dios" del campamento en el que estuve en Semana Santa, me ha hecho pensar que, quizás la Voluntad de Dios es que, de momento, el próximo curso, haga otra cosa diferente a lo que yo había planeado, pero que también puede ser buena y Él me puede usar y tiene algo preparado para mí. Y que mi plan, lo deje para otro momento en el que las circunstancias sean lo mínimamente sostenibles o, quien sabe, quizás nunca, pero los otros planes sean mejores (sobretodo si los diseña Él).

En resumen, aunque he sido aceptada para estudiar, tanto por mi universidad como la de destino, en la Universidad de York en Toronto, Canadá. Me quedaré en Catalunya porque así creo que tiene que ser, según los planes de Dios.

Gemma Ruiz.

Colosenses 1:9. Por esta razón, nosotros, desde el día en que lo supimos, no hemos dejado de orar por vosotros y de pedir a Dios que os haga conocer plenamente su voluntad, y que os dé toda clase de sabiduría y entendimiento espiritual.
Job 37 (todo el capítulo, no tiene desperdicio).
Romanos 8:28. Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes le aman, de quienes él ha llamado de acuerdo con su propósito.