2 de març del 2013

Alegoria de la sencillez

Me gustan las cosas sencillas. Me gustan las cosas naturales. Me gustan las cosas olvidadas en esta era de tecnología y rapidez. Me gustan los sentimientos sinceros, los que hablan des del corazón. Me gusta la trasparencia, dejando a un lado el irse por las ramas. Me gusta cuando habla un corazón desnudo. Me gusta escuchar lo profundo del alma y no lo superficial de un mundo que vive de puertas para fuera. Me gusta el campo y el mar, más que la ciudad y el ruido. Me gusta allí donde la vida se pasa tranquila y se vive con intensidad cada detalle. No quiero vivir mi vida pasando corriendo por ella, sino viviéndola y degustando cada sabor de ésta. Me gustan los sentimientos a flor de piel. Me gustan las personas que no temen hablar de sus sentimientos y que entregan su corazón como si nunca hubieran sido heridos.
En el deleite de lo sencillo, pequeño y detallista, encuentro descanso. En la observación de la naturaleza, lo desapercibido por el homus urbanis, encuentro paz. Paz en Su Creación, plenitud en Dios.

Hoy me recordó esto un artículo de PD, acompañado de una de las canciones de un maravilloso cantautor, uno de mis preferidos, Silvio Rodriguez.
Gemma Ruiz.