29 de març del 2013

Un regalo de Dios.

Es curioso que el ser humano no se dé cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde o no lo puede tener por la distancia u otras causas.
En mi vida hay una persona muy especial. Yo creo que fue Dios quien lo mandó, como si fuera como esas películas en las que un ángel se cae del Cielo a la tierra. Fue la respuesta a una de mis oraciones. Y llegó a Su tiempo y en el mejor momento. Para aquél entonces, yo llevaba un tiempo sufriendo por varios desengaños con personas a las que valoré mucho y quería, personas en las que deposité mi confianza y expectativas. Pero, como humanos, me defraudaron y una vez más Dios me enseñó que la confianza del ser humano sólo puede ser depositada en Él, porque Él es el único que no te va a fallar y siempre, pase lo que pase o hagas lo que hagas, te amará con Su Amor Incondicional, no te dejará, ni se apartará de ti nunca.
Ahora bien, debido a que soy bastante escéptica, es algo que en la teoría me sé muy bien, pero a la práctica, eso ya es otro cantar. Yo le decía que sabía que Él estaba a mi lado y que estaba al control de cualquier detalle en toda situación, pero que me costaba ver Su compañía de forma tangible porque sentía una gran soledad y no quería seguir así. Era Navidad, y cuando supuestamente son fechas en las que uno se debe sentir muy acompañado, yo me sentía tremendamente sola. Llegó el año nuevo y seguía la misma situación. Pero apenas cinco días del año habían pasado que apareció él.
Desde que entró en escena he comprobado como Dios me transmitía Su Amor por mí a través de él. Cada día he podido ver como Dios ha trabajado con él y como su humildad ha permitido que Dios hiciera un buen trabajo con él. A través de él, puedo aprender sobretodo del amor Ágape. Yo no soy perfecta y tengo muchos defectos, pero él ha sabido ser ayuda idónea para mí y, amarme y aceptarme tal como soy. Y me sorprende tantas veces con su compasión, bondad y humildad con las personas y conmigo. Esto es lo que más me gusta de él. Me parece maravilloso que tenga estas cualidades.
No muchas veces le digo todas estas cosas, porque aunque soy puro sentimiento, a veces soy como una caja hermética que guarda demasiado bien su contenido. Es por eso que tenía ganas de escribir algo que sólo fuera para él y expresarle que me encanta poder aprender de ti, ver como Dios obra a través de ti y amarte.

A Su tiempo todo será precioso.
Gemma Ruiz.