7 de maig del 2013

Cambio de rumbo

Seguiré con uno de mis escritos que se quedó en el tintero hace ya un tiempo.
Después de leerlo he decidido no "transformarlo" y amoldarlo a mi "ahora". Lo he dejado como estaba y seguirá quedándose en el tintero, porque aunque haya alguna parte que vaya bien con lo que escribiré ahora, hay otra bastante larga que no. Pertenece al pasado y ya no encaja en lo que quiera contar en mi hoy. Así que, descansa en paz.

Como en aquel escrito, me doy cuenta de que la mayoría de veces que escribo en mi blog es porque estoy triste. Y es verdad, si hago una rápida ojeada a mis escritos publicados, me deprimo tan sólo de verlos. 
Esto puede dar la imagen de que soy una persona triste, pero no es así. Lo único es que he convertido mi blog en mi desahogo abstracto (porque muchas veces no hablo de las cosas que vivo muy concretamente que digamos). Pero sólo escribo cuando estoy triste o hay algo que me preocupa. Aunque, no quiero que sea así. Por eso, estoy trabajando en ello. Será que cuando estoy feliz, no tengo tanto tiempo para comerme la cabeza.

Desde siempre, escribir me ayuda a poner orden a mis pensamientos y me ayuda a sacar aquello que no es bueno que se ancle en mí. De hecho, bastantes veces en mis momentos de oración, escribo. Son cartas a Dios. Pequeños diarios para Dios. También porque como mi mente piensa cien mil cosas a la vez, a veces  cuando oro (como no hablo en alto), me pierdo entre las ramas de mi pensamiento. Por eso, también me va bien escribir, para no perderme en las nubes.

Por eso, espero a partir de ahora (como ya he hecho en algunos de mis escritos), dar un vuelco a la temática de mi blog y poder aportar algo más alegre a este mundo.
Gemma Ruiz.