19 d’agost del 2010

Las ranas de mi padre.

Las ranas de mi padre son anónimas. Lo son porque no tienen nombre. Simplemente, se llaman ranas.

Llegaron hace unos años, las trajo mi padre de un río que pasa por mi ciudad, cerca de donde mi abuelo tenía el huerto. Aunque no era la historia que yo tenía en mente hace un tiempo. Yo pensaba que habían caído del cielo. Me explico, pensaba que las lluvias habrían dejado unos huevos o renacuajos. No sería tan raro que hubiera pasado así, porque podrían haber llegado los huevos a las nubes por evaporación del agua, porque como pesan poco. Una vez la nube estuviera muy cargada de agua, quizás ya se habrían convertido los huevos en renacuajos y cayeron en nuestro patio, en forma de renacuajo o huevo. Su casa es nuestro patio, allí viven muy bien porque el agua que cae de la lluvia se queda en los restos de la fuente que teníamos allí.

Una de ellas se ha vuelto enorme, tanto que a mí me da que no es una rana, sino un sapo. Estas ranas son bastante peculiares porque, la mayoría de las veces, son tímidas. Saben jugar muy bien al escondite, porque sus escondies son magníficos, tanto que mi padre puede pasarse semanas sin verlas. También creo que quieren ser perros, porque se comen la comida de la perra, creo que esta es la razón por la que una de ellas sea descomunal. Sí, debe ser que ésta tiene un complejo de perro severo :P. Pero, aquí no se queda la cosa, cuando oyen al perro de los vecinos ladrar, le responden imitándolo, aunque claro, su timbre es diferente y no podrían parecerse tanto al ladrar del perro. Pero, realmente, cuando duermo, son muy molestas, porque siempre me desvelan, el día que me canse hago sopa de ancas de rana. Si no fuera porque me dan mucho asco y su piel viscosa no les dejaría, les pondría celo en la boca. Además, también son alarmas, porque cuando tiene que llover, croan.

Creo que algunos de los peces y los pájaros son los animales más normales y menos exóticos que hemos tenido. Todos los demás han tenido cosas raras en su "personalidad" o, de por sí, son raros. Cosas de tener un hermano y un padre que, seguramente, les hubiera encantado ser Mowgli o Tarzán.

Gemma Ruiz.